¿Cuál es la lija adecuada para el desbaste?
Las lijas se emplean para diferentes tareas de desbaste; por ejemplo, para quitar fragmentos de materiales de una superficie o para prepararla para el acabado final. A menudo empleamos lijas para paredes, madera, metales, e incluso usamos lijas de diferentes calidades en el sector automotriz.

Lo primero que debes saber es que no puedes comprar una lija y emplear el mismo tipo, modelo y grano para cada proceso. Incluso un mismo modelo de lija tendrá que variar de grano para la etapa de desbaste, preparación y terminación, ya que para esta última fase se deben emplear lijas de granos más finos o se dañará el trabajo previo.

¿Qué número de grano de lija es mejor para cada aplicación?
Si nos centramos solo en trabajos de pintura, las lijas de grano 12 a 36 se suelen emplear para quitar pinturas duras o quitar el óxido de superficies metálicas. Pero este mismo grano de lija no debería ser usado para trabajar en madera rústica; aquí conviene más emplear grano 40 a 50 para eliminar impurezas.

Por otro lado, en el caso de que el metal, la madera e incluso la pared se encuentren en buen estado, solo hará falta usar una lija de grano 80 a 120 para preparar la superficie. Luego de lijar la superficie tendrá una mejor adherencia y la pintura quedará mejor.

En cuanto al grano de lija más adecuado para lijar entre mano y mano de pintura, este va a depender del tipo de pintura que se emplee. Si es un barniz o pintura sintética se puede usar una lija de grano 150 a 220; por otro lado, si la pieza es más delicada, se debe apostar por un grano más fino aún, entre 240 a 360. Este último también es útil para el acabado de una pared recién pintada.

Ahora bien, si lo que queremos es pulir madera o suavizar el acabado de pinturas con apariencia mate, es mejor usar lijas sobre el grano 400 e incluso de grano 1200.

El tipo de lija también es importante
Además del grano también debemos considerar el tipo de lija que compremos, ya que existen lijas al seco, lijas al agua y lijas que pueden ser empleadas en ambas aplicaciones.

Las lijas al agua, por ejemplo, se emplean para preparación de paredes, alisar paredes ,en terminaciones de ambos tipos de estructuras, así como en el lijado entre mano y mano de pintura.


En cuanto a las lijas en seco, se emplean para trabajos de lijado posterior al cepillado en madera, así como para acabados en maderas duras. En cuanto a metales, lo que se acostumbra usar es lija en seco o tela esmeril, para trabajos de pulido.

Ahora que conoces más acerca de qué tipo de lija usar en procesos de desbaste, preparación y terminaciones, te invitamos a comprar las lijas que requieras en nuestras sucursales o en línea en OASA Tijuana